
Nuestro primer partido se ha saldado con un meritorio empate a 4, que para nosotros sabe casi a victoria.
El primer tiempo (Caníbales 3-1 Samurai) fue nuestra toma de contacto con la superficie y nos sirvió para ir perdiendo los nervios. La verdad es que eso de jugar con vallas en las que rebotaba el puck sin dejarlo salir de la pista, era algo nuevo para nosotros. El gol que sirvió para el empate a uno lo marcó Rodolfo en una veloz escapada a pase de Juan Carlos. Luego se escaparon hasta el 3 a 1 final.
En el segundo tiempo cambiaron las cosas, sobre todo porque jugábamos cuesta abajo, el desnivel era mínimo pero se agradecía. El 3-2 lo marcó Julián, eludiendo a la defensa contraria, la cosa se ponía bien pero todavía faltaba un gol para empatar a tres.
En la mitad del segundo tiempo se escapó Juanlu quedandose solo delante del portero y fue cuando se produjo la confusión. Se coló una pelota de fútbol y el arbitro pitó para detener la jugada, pero ni el balón interfería en la jugada, ni Juanlu escuchó el pitido, por lo que tiró a puerta y marcó. Tras las deliberaciones de la mesa, dieron el gol por bueno y eso supuso el ansiado empate a tres.
Quedando escasos cinco minutos, Rodolfo marcó el que podía haber sido el definitivo 3-4, pero pecando de poco conservadores, seguimos jugando al ataque en vez de cerrarnos en defensa, lo que abrió huecos que aprovecharon para marcar el empate a cuatro con que acabó el marcador.
Se jugaron cinco minutos de prorroga a gol de oro, pero el resultado se mantuvo igual y se dio el partido por concluido.
Mención especial para nuestros goleadores Rodolfo (2), Julián (1) y Juanlu (1), que se ponen a la cabeza de nuestra tabla de goleadores. Un aplauso para los demás (Ricar, Kone, Jaime, Enric, Pepe y Juan Carlos) que nos portamos como unos profesionales y una gran ovación para nuestro gran portero Jorge, que se paró lo imparable y consiguió elogios hasta del entrenador de los caníbales.
Para finalizar, damos ánimos a Pepe para que se recupere del golpe recibido durante el juego y a Toño, que se tubo que perder el partido por motivos personales.